martes, 11 de marzo de 2014

Diversidad Religiosa

Representantes de las confesiones islámica, evangélica, ortodoxa y católica debatieron ayer en Bilbao sobre cuáles pueden ser sus aportaciones en "la construcción de la ciudadanía". Y todos coincidieron en que "las personas" son el mayor activo de sus comunidades. También destacaron que la "multiculturalidad" que aportan favorece la creación de una sociedad "más rica y aprovechable". Por otra parte, hubo tiempo para la crítica, sobre todo en relación con la nueva normativa del Ayuntamiento relacionada con los centros de culto. Los representantes de las comunidades islámica y evangélica mostraron su total desacuerdo y anunciaron que llegarán, "si es necesario, hasta el tribunal de Estrasburgo".

"Diálogos por Bilbao" es el título de las mesas de debate que el PSE de la capital vizcaina ha puesto en marcha con el objetivo de "abordar temas que interesan a los vecinos". El primero de ellos, que tuvo lugar ayer en la sede de las Juntas Generales de Bizkaia, trató sobre "la diversidad religiosa en la villa". Y para ello estuvieron presentes en el debate Moulay Driss, secretario de la Comunidad Islámica de Bilbao Alforkan; Juan Muela, presidente en funciones del Consejo Evangélico del País Vasco; Dimitrios Ioanou, miembro de la Iglesia Ortodoxa de Bilbao, y Oscar Seco, coordinador del Grupo Cristianos Socialistas.

La primera pregunta que les lanzó la moderadora del debate, Inés Ibáñez de Maeztu, exdirectora de Derechos Humanos del Gobierno vasco, fue: "¿Qué aportan las religiones en la construcción de la ciudadanía? El representante de la comunidad evangélica dijo muy claro que "nuestra mayor aportación son las personas". Resaltó que contribuyen a la sociedad con "ciudadanos que quieren trabajar por el barrio". El miembro de la comunidad islámica dijo que "aunque nosotros parece que somos ciudadanos de otra categoría podemos participar en la construcción de una sociedad multicultural". Moulay Driss aprovechó la ocasión para despejar dudas sobre lo que es una mezquita. "Es mucho más que un centro de culto", dijo. En este sentido señaló que "más del 60% de nuestro trabajo en las mezquitas está destinado a resolver los problemas de la gente, a ayudarles en las necesidades básicas como comida u orientarles sobre temas administrativos". Alabó el potencial de las mezquitas desde el punto de vista de la multiculturalidad. Y por eso llegó a decir que "las mezquitas puede ser un puente entre Bilbao y el resto del mundo". El representante de la Iglesia Ortodoxa destacó que su religión "intenta dar respuesta al sentido de la vida sin abandonar las necesidades cotidianas de la gente". Por su parte, el miembro de Cristianos Socialistas dijo que "la Iglesia católica debe defender mucho la interculturalidad". En el segundo punto del debate, sobre la nueva ordenanza que regula la apertura de centros de culto, los representantes de las comunidades islámica y evangélica denunciaron que la norma "está hecha contra el islam y las mezquitas".

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