jueves, 29 de septiembre de 2011

Encuentro con los representantes de la Unión de Comunidades Islámicas del País Vasco

La consejera de Justicia y Administración Pública visitó la mezquita Assalam, encaramada en una esquina del bilbaíno barrio de Santutxu, con un doble objetivo: conocer las actividades que la comunidad islámica desarrolla en Euskadi, y explicar a los musulmanes el contenido y pretensiones de la futura ley de centros de culto que prepara su departamento.

El encuentro con los representantes de la Unión de Comunidades Islámicas del País Vasco forma parte de la ronda de contactos que tanto Mendia como la directora de Derechos Humanos, Inés Ibáñez de Maeztu, están manteniendo con portavoces de los distintos credos con presencia en la comunidad autónoma. Aunque conviven en Euskadi 214 confesiones diferentes – y a todas ellas irá destinada la futura norma – todas las miradas están puestas en las mezquitas.

En los últimos meses arreciaron las polémicas por la apertura de dos de ellas en Vitoria y Bilbao. La oposición vecinal es contundente y en el debate se mezclan argumentos de seguridad ciudadana, respeto a la diversidad, xenofobia y racismo, mestizaje…
Sin embargo, Mendia no cree que la ley que prepara su departamento sea capaz de evitar estos problemas. «No va a prohibir nada, pero sí a regular los centros de culto en términos de neutralidad, con la única finalidad de facilitar el ejercicio del culto, preservar la seguridad y salubridad de los locales y salvaguardar los derechos de terceras personas», dijo. En este sentido, recordó que se pretende que todos los planes urbanísticos municipales reserven suelo para uso religioso, y también se darán las directrices para que se pueda otorgar la licencia de apertura a los templos.

Convivencia y colaboración
Así, se establecerán pautas que determinarán cuestiones como el aforo o las condiciones de salubridad que deberán tener los locales para poder acoger a fieles. Además, la norma incidirá en otra serie de cuestiones que van desde los enterramientos en cementerios municipales hasta la adecuación de menús escolares a los requerimientos de las diferentes religiones.
El anfitrión en la visita de ayer fue el representante de la Unión de Comunidades Islámicas del País Vasco, Ahmed El Hanafy, quien apostó por que los fieles tengan «la obligación de trabajar con las instituciones para llevar un camino pacífico de convivencia y colaborar en el desarrollo de esta sociedad».

Esa colaboración adquiere aún más importancia ante la pujanza del Islam en Euskadi. Según El Hanafy en estos momentos habría unos 30.000 musulmanes en la comunidad autónoma, una cifra que «sigue aumentando».
De hecho, la consejera tuvo ayer la oportunidad de conversar con varios vecinos de Bilbao convertidos a esta religión.

Assalam funciona como tal desde 2006, aunque su apertura oficial se produjo el pasado mes de diciembre. A menudo celebra jornadas de puertas abiertas para que el vecindario pueda ver su biblioteca, su centro cultural, su oratorio… Entre las actividades que desde aquí se impulsan están iniciativas de ánimo integrador: desde grupos de monte a equipos de fútbol. En Ramadán ofrecen dulces a los vecinos.

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