jueves, 24 de enero de 2013

Kalao, la casa del arte africano


La sala decana en España dedicada al arte africano está en Bilbao y lleva más de siete años con la persiana abierta con el nombre de Kalao. “La imagen que se difunde de Africa es la de la desolación, el terror y la muerte. Yo quiero difundir la de la vida y los colores”, explica su director, Jesús Ahedo.
Licenciado en Filosofía, profundizó en su interés por los artistas africanos a partir de unos viajes que hizo por África occidental. Llegaba a Bilbao con la cabeza llena de ideas, la más fuerte la de representar a los artistas contemporáneos de aquella zona, algunos de ellos muy conocidos en Europa y Estados Unidos, como el congoleño Chéri Cherin, cuya obra se pudo ver en la exposición 100% África del Guggenheim, en 2007. Y al final, se metió en la aventura.
Kalao representa a creadores de Senegal, Burkina Fasso, Togo, Nigeria, Camerún, Angola, la República Democrática del Congo y Tanzania. En la exposición actual, que acaba el 2 de febrero, se muestran las obras de Camara Gueye, Cheikhou Ba y Douts Ndoye. Hay pintura naíf, cuadros semiabstractos, colores pardos y vividos, escultura de hierro y terracota. En todos ellos se aprecia el sello del contienente. Una vez al año, por el mes de febrero, organizan una exposición de arte antiguo de África, con colaboración con galerías de París y Bruselas y de colecciones particulares.
Picasso y los surrelistas pusieron de moda el arte africano en tierras europeas. Coleccionaban máscaras y figuras en madera y barro porque veían en ellas el latido primigenio del arte, la expresión no contaminada por los intereses comerciales. En algunas fotos de Man Ray se ve a la modelo con pequeños bustos femeninos de arte negro, como si se mirasen en ellas como en un espejo. Pero los artistas de África también han evolucionado y Kalao muestra cómo lo han hecho.
La galería de Ahedo estuvo varios años en la calle Heros de Bilbao y ahora se ha mudado a Arbolantxa, frente al edificio Albia.

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