martes, 8 de mayo de 2012

El alcalde de Bilbao advirtió al Gobierno vasco que la Ley sobre Centros de Culto «no va a servir para nada» si se atiene a los contenidos que se avanzaron el viernes. La principal novedad del proyecto es que los templos para menos de 300 personas podrán iniciar su actividad sin licencia municipal, aunque después los ayuntamientos controlarán si cumplen los requisitos necesarios. Iñaki Azkuna cree que con esta disposición se crearán dos tipos de problemas, de convivencia y de seguridad, y «habrá broncas en todos los municipios», como ocurrió el año pasado en Bilbao y Vitoria. A su juicio, la «única solución» para evitar conflictos es que los oratorios se ubiquen fuera de las comunidades vecinales, en edificios exentos.

El ejemplo más cercano en el tiempo es la iglesia que se construyó en Miribilla para atender a los fieles del nuevo barrio. Una inversión que está fuera del alcance de muchas comunidades religiosas, pero «no tiene por qué ser así», precisa. «Se puede alquilar un pequeño chalé, antiguos edificios industriales, que los hay, o comprar un terreno donde construir una pequeña iglesia», dice. Siempre fuera de los bloques de viviendas. «Por mucho que digamos, el tema religioso provoca problemas porque en una sociedad laica hay gente que no quiere que al lado de su casa haya un centro de culto, y hay otros que lo miran con temor, con dudas».

Los alcaldes de Bilbao y Vitoria han reaccionado con rapidez a las medidas anunciadas el viernes por la consejera de Justicia y portavoz del Gabinete de Patxi López, Idoia Mendia. El Gobierno vasco tiene previsto aprobar el proyecto de ley en junio para que se tramite en el Parlamento después del verano. Aún no hay fecha para su entrada en vigor, pero los mandatarios de las ciudades donde ha habido conflictos vecinales por este tema en los últimos meses -uno del PNV y otro del PP- no han dudado en expresar su rechazo. Javier Maroto, vicepresidente de Eudel, aseguró ayer que la asociación de municipios «no se quedará de brazos cruzados» ante una norma que posibilitará «que se abran mezquitas como champiñones». Si la ley ya estuviera aprobada, el Ayuntamiento de Bilbao no habría podido frenar la de Pablo Alzola, para 177 fieles, que suscitó una fuerte contestación vecinal. Por el contrario, la de Concepción, que tendrá un aforo de casi 400, ya está en obras, y una comunidad de propietarios se plantea llevarla a los tribunales.

Azkuna opina que en este momento hay una oportunidad «extraordinaria» de sumar fuerzas entre el Gobierno vasco y los ayuntamientos «para impulsar la convivencia vecinal con los centros de culto respetando los derechos fundamentales de todo el mundo. De los promotores y de los vecinos, que también los tienen». Cree que si no se exige la autorización municipal se podrán abrir templos «en el sexto piso de un inmueble o en una bajera sin aire», aunque no reúnan las condiciones de seguridad, «y eso me parece tremendo. Nos hacen lo de siempre, yo hago la ley y tú controlas», lamenta.

La Directiva Europea de Servicios que el Gobierno vasco ha incorporado a su proyecto de ley, y que permite eludir la licencia, «se aplica al sector comercial y de servicios», pero el alcalde duda que pueda extenderse a los centros de culto. «Es muy bonito quedarse solo con el derecho fundamental, pero hay que quedarse con la carne y con el hueso, que suele ser la convivencia con los vecinos», apostilla. En su opinión, si la ley se aprueba tal como está planteada, el Ayuntamiento no podrá hacer una ordenanza «seria» de centros de culto -un texto en el que ya está trabajando- porque se quedará sin margen de maniobra. «Algo tendremos que decir en cuanto a la ubicación de los templos. ¿O mandamos a los vecinos a Vitoria a protestar?».

0 comentarios:

Publicar un comentario