martes, 31 de marzo de 2015

Un hombre propina un golpe en la tripa a una embarazada en el metro de la estación del Casco Viejo

El atacante, de 65 años y ya identificado, huyó tras intervenir la supervisora

Ocurrió en el metro, pero pudo pasar a la salida de un bar, en un cine o en un Bilbobus. Un hombre de unos 65 años agredió a una joven mujer embarazada pegándole un puñetazo en el vientre cuando salía de una unidad del suburbano en la estación del Casco Viejo. Afortunadamente, ni la joven ni el feto sufrieron daños importantes. La Ertzaintza ha abierto una investigación para detener al agresor.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes sobre la una y media del mediodía en el convoy del metro que llegaba a la estación de Casco Viejo de Bilbao y que circulaba en dirección a Basauri.

En uno de los coches, con bastantes viajeros en su interior, una mujer en estado se encontraba sentada en uno de los asientos abatibles ubicados al lado de una de las puertas de salida. A su vera, otra mujer se encontraba de pie, esperando a abandonar la unidad.

Según informaron a este periódico diversas fuentes, entre ellas el marido de la mujer embarazada, poco antes de llegar a la estación, un hombre de más de 60 años empujó a la mujer que se encontraba de pie repercutiendo el impulso a la chica sentada.

Ambas mujeres recriminaron su acción al hombre, que lejos de amilanarse prosiguió su postura provocadora y pegó con su paraguas a la chica que estaba de pie. La mujer embarazada informó de su estado de buena esperanza (de cuatro meses y dos semanas) para aplacar los ánimos del individuo. Fue en vano. Por contra, se empezó a ensañar con ella olvidándose de la primera mujer objeto de su comportamiento incívico. Fijándose en su físico comenzó a decir que se callara y la insultó por su condición de extranjera. La mujer, de 29 años y de origen colombiano pero nacionalizada ya hace varios años, no se amilanó y mantuvo su enfrentamiento contra el hombre, incluso defendiendo a la otra mujer.

Fue entonces cuando se abrieron las puertas del convoy del metro y el individuo procedió a atacar a la chica embarazada propinándole un puñetazo en el vientre. Fue cuando la situación se desbordó. La agredida empezó a defenderse utilizando el paraguas que portaba y ambos se enzarzaron en una agria discusión con gritos incluidos por parte de la mujer embarazada que alertaron al resto de los viajeros que estaban en la estación.

Al parecer, en un momento dado, el individuo casi acorraló a la víctima bajo la escalera que conecta el andén con la mezzanina superior. Pero finalmente la chica pudo subir arriba perseguida por el hombre. Fue al llegar cerca de la línea de las máquinas canceladoras cuando se dio una situación kafkiana. El hombre, quitándose las gafas que portaba, retó a la joven a salir de la estación para arreglar sus cuentas fuera, como si de un par de matones en el interior de bar se tratara.

El escándalo ya había tomado tal dimensión que alertó a la supervisora de la estación de Casco Viejo, quien salió inmediatamente de su cabina ubicada en ese lado de la estación para interceder por la chica atacada. Ante el escenario de verse azuzado por cada vez más gente y la propia empleada del metro, el agresor huyó corriendo por la salida hacía la plaza Unamuno.

Se da la circunstancia de que en ese momento no se encontraba en la estación de Casco Viejo vigilante de seguridad alguno, por lo que no pudo intervenir en el incidente.

Tras la huida del atacante, desde el metro se avisó a las asistencias, acercándose al lugar de los hechos los sanitarios de una ambulancia y efectivos de la Ertzaintza.

Tras esperar alrededor de unos 20 minutos, la mujer fue evacuada en el vehículo sanitario al hospital de Basurto para ser objeto de una revisión médica. “Afortunadamente, el ataque sufrido no ha afectado ni al feto ni a la madre”, indicó ayer a este periódico el marido de la joven colombiana.

También especificó que “tenía en el vientre la rojez del golpe que recibió, pero el líquido amniótico en el que está el bebé parece que ha parado el puñetazo y está bien”.

Como es lógico y tras ser atendida en el hospital, el marido de la víctima denunció la agresión del individuo en la comisaría de la Ertzain-tza. Fuentes de la Policía vasca confirmaron los hechos y la denuncia presentada e indicaron que “se han abierto diligencias y el caso está en proceso de investigación”, con la intención de detener al provocador y agresor de la joven.

La Ertzaintza conoce la identidad del individuo, ya que para salir de la estación de Casco Viejo el atacante utilizó su tarjeta Barik personalizada con la que había entrado previamente y que incluye todos los datos del usuario. La visualización de las cámaras de seguridad de la parada del metro han servido para cotejar quién fue el atacante y el momento en que pasó por la canceladora su tarjeta Barik personalizada.

Desde la compañía ferroviaria también confirmaron los hechos acontecidos al mediodía del viernes y se han puesto a disposición de la Er-tzaintza para todo lo que necesite en su investigación.

Además, también estudiará si retira a este hombre la tarjeta Barik personalizada para que no se aproveche de las ventajas del título. Esta es una práctica habitual entre clientes del metro por su carácter incívico cuando atacan a otros viajeros o empleados del metro, así como objetos y servicios de las estaciones.

http://www.deia.com/2015/03/31/bizkaia/sucesos/propina-un-golpe-en-la-tripa-a-una-embarazada-en-el-metro

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