Un simple vistazo al calendario basta para que Mohamed se plantee no viajar este verano a Mali a visitar a su familia. A este inmigrante afincado en Vitoria no le cuadran las fechas. «El viaje de ida ya son cuatro días, el de vuelta igual. Tengo ocho días en carretera. Y si vas a Algeciras y te encuentras el barco atascado tienes que esperar otros tres días», advierte mientras recuerda que debe recorrer toda España, Marruecos y Mauritania. Porque los 15 días máximos que le autoriza Lanbide para hacer el viaje hasta su país de origen ni siquiera le garantizan poder ver a sus allegados más de una semana.
Y, como él, los extranjeros que dependen de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) se ven obligados a hacer malabares con sus viajes para no perder las ayudas. Hasta 2012, el máximo de días ascendía a 30, pero desde el año pasado el servicio vasco de empleo los ha reducido a la mitad. Por ello, SOS Racismo ha vuelto a recoger firmas para que se mantengan los 30 días para este tipo de desplazamientos.
El pasado martes presentaron 2.000 en los servicios centrales de Lanbide, y ayer denunciaron junto a un centenar de afectados esta situación en la Virgen Blanca. «Entre la ida y la vuelta, la estancia sólo les da para tomar un té y saludar. Nos parece una decisión equivocada, es una actitud bastante ruin, y Lanbide tiene que resolverlo de una manera inmediata», reivindicó Fede García, portavoz del colectivo, al calificar estos desplazamientos como «un derecho».
Todos ellos saben que acortar el tiempo de viaje tiene consecuencias. «Suele haber muchos accidentes en las carreteras por las prisas, porque se empiezan a calcular las horas para no perder ningún día», apunta Mohamed, temeroso, además, de que cualquier imprevisto impida llegar en plazo. Eso supondría la suspensión de la RGI durante un año. «Si tardas un solo día porque el barco está atascado te congelan la ayuda un año. ¿Cómo pagamos entonces el alquiler, la comida…?», auguró. Por su parte, el portavoz de SOS Racismo censuró el «silencio» de Lanbide frente a esta decisión, que «no se ha notificado por escrito a los perceptores». Sólo se les comunica a los interesados cuando acuden a hacer el trámite que les autoriza a salir del país.
Además de las firmas, desde esta asociación preparan una concentración frente a Lanbide para exigir una solución. Los afectados ya se han reunido con los representantes municipales del PSE, EH Bildu y el PNV, pero aunque los jeltzales se han comprometido a abordar esta problemática con sus compañeros de partido en el Gobierno vasco, «nos transmiten que hasta septiembre no podrán hacer nada. Y la mayoría de los viajes se hacen en agosto», lamentó Mohamed.
http://www.elcorreo.com/alava/araba/201406/27/racismo-pide-recorten-vacaciones-20140626210455.html
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