jueves, 8 de marzo de 2012

Las vascas deben trabajar 102 días más para cobrar lo mismo que sus compañeros

Un año más, el Día Internacional de la Mujer, estará marcado por la crisis, las reivindicaciones de la igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito laboral y por las protestas ante un desempleo creciente, que se ceba especialmente con ellas. Son exigencias ya tradicionales que este año se ven azuzadas por la recientemente aprobada reforma laboral que ya está teniendo su reflejo en las empresas vascas y que castiga con especial dureza, según denuncian instituciones, asociaciones y sindicatos, a las mujeres.

Las protestas contra la reforma laboral se sumarán a otra modificación legal aún bañada de incertidumbre, la de la ley del aborto, que reaviva las protestas ante la posibilidad de que retroceda a la legalidad vigente en 1985.
El plano laboral de las mujeres, al que apuntan todas las miradas, fue esbozado un estudio presentado ayer por CC OO de Euskadi: en 2011 solo un 45,6% de las mujeres trabajaban, cerca de doce puntos menos que los hombres. La tasa de paro en mujeres es superior al 13%, dos puntos mayor a la de sus compañeros.

Una de cada cuatro mujeres con trabajo tiene un contrato temporal, y siete de cada diez contratos a tiempo parcial son de mujeres. Ayer se confirmaba, además, que las cuantías de las ayudas a la conciliación familiar y laboral del Gobierno vasco se reducirán en un 7%.
Álava centrará su homenaje en las ciudadanas del ámbito rural
El resultado es que la brecha salarial al cabo del año es de 6.400 euros según CC OO, con un salario un 28,4% inferior al de los hombres. Esto supondría por término medio, según señaló el sindicato, que las mujeres deben trabajar 102 días más para cobrar lo mismo que reciben sus compañeros varones.

Y el futuro no resultaba más esperanzador. La directora de Emakunde, María Silvestre, alertaba de los preocupantes efectos de la reforma laboral en las mujeres y ayer fue el turno de Unai Sordo, secretario general de CC OO en Euskadi, quien aseguró que los colectivos en peor situación en el mercado de trabajo, entre ellos las mujeres, son los más afectados por las reformas. Un ejemplo: el contrato indefinido creado para la pequeña y mediana empresa —predominante en Euskadi y en la que “mayoritariamente” se encuentran empleadas las mujeres—, permite un “despido libre y gratuito” a lo largo del primer año de contrato. La reforma, además, va a “dificultar poder conciliar su vida laboral con su vida personal y familiar”, apuntó Sordo.

Todas las formaciones señalaron que las mujeres viven en una situación de crisis “permanente y estructural” y señalaron que la crisis económica se debe abordar “desde una perspectiva feminista”. La representante de Aralar, Ainhoa Beola, señaló que “las brutales medidas de ajuste están obligando a las mujeres a pagar el precio más alto de una crisis que no han provocado”. Estas formaciones realizaron un llamamiento a las movilizaciones por “una Euskal Herria donde la igualdad de oportunidades y derechos sea una realidad”.
Por su parte, la Diputación de Álava, se centró por medio de una declaración institucional del 8 de marzo en las mujeres del sector agrícola, con el lema Igualdad desde las raíces, una campaña que culminará con una recepción de la Diputación el sábado.
El diputado general, Javier de Andrés, ensalzó los efectos de la ley sobre titularidad compartida de las explotaciones agrarias, una norma aprobada a finales del año pasado y que reconoce jurídicamente su participación en esta actividad económica.

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