
Muy cerca de allí, en la calle Cortes, se levanta la mezquita actual, que se trasladará al nuevo lugar de culto. «Nos guste o no, en San Francisco tienen derecho a estar, y ahí están. En ese caso no decimos ni palabra, pero aquí no tienen razón», explicó Tejedor. La mayoría de los vecinos presentes criticaba que «nos toca todo siempre a los mismos».
El concejal Óscar Fernández, residente de la zona, mostró el «respaldo del Partido Popular a la protesta, como venimos haciendo desde hace un año en Alzola». El edil popular reivindicó «que se haga lo mismo que en Miribilla, que es el último ejemplo de un centro de culto levantado en Bilbao. Es decir, que el templo sea una unidad, para que los vecinos estén exentos de las molestias».
La mezquita Alkorfan tendrá una capacidad para 398 fieles y maneja un presupuesto de 120.000 euros. A su insonorización -«mayor que la de una discoteca», según Moulay Driss- se han destinado dos tercios de esa cantidad. El dirigente islámico insistió en que «no ha habido ninguna queja de los vecinos que actualmente tienen mezquitas cerca en otros barrios» y recordó que «no venimos a dar problemas, sino a ayudar resolverlos».
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