Proceso judicial por las causas de la muerte de Inigo Cabacas

El proceso judicial que busca esclarecer las causas de la muerte de Iñigo Cabacas y, en su caso, adjudicar responsabilidades a quienes la provocaron, «va a ser largo». El pronóstico es de Jone Goirizelaia, la abogada de la familia del joven de 28 años que recibió en la cabeza un pelotazo de la Ertzaintza el jueves 5 de abril y que falleció cuatro días después en el hospital de Basurto a causa del brutal impacto. El asunto está en fase de instrucción -en ella se investigan los hechos de manera previa a la apertura del juicio- y ayer arrancó la práctica de las primeras pruebas en sede judicial.

Los primeros en pasar por el Juzgado de Instrucción número 10 de Bilbao fueron los forenses quienes, según la letrada, se reafirmaron en las conclusiones que en su día arrojó la autopsia. Es decir, que «el único mecanismo de producción de las heridas ha sido una pelota de goma». El informe médico califica el suceso como «muerte homicida», aunque ahora llega el momento de «ponerle apellidos» a esta calificación, señala Goirizelaia. Es decir, determinar si ha habido imprudencia, dolo, si hay circunstancias atenuantes, agravantes...

Será durante la fase de instrucción cuando salgan a la luz -aunque solo para las partes, ya que el sumario no es público- los pormenores del asunto. Y no va a ser fácil. «Nosotros solicitamos la práctica de bastantes pruebas y la mayoría ha sido admitida a trámite», explica la abogada de la familia. Ante la juez pasarán, además de los médicos, testigos presenciales de los hechos y un buen número de ertzainas. También se practicarán varias periciales. Eso provocará que el proceso se dilate en el tiempo. De hecho, ya hay señalamientos hasta mediados del mes que viene. Y llegarán más. «No va a ser una instrucción breve, la juez se lo está tomando muy en serio y va a hacer una instrucción a fondo. No va a ventilarse en dos meses, ni mucho menos. Acabamos de empezar».

Solo cuando concluya esta fase del proceso las partes calificarán lo sucedido, pondrán nombre al delito ocurrido y cara a los presuntos responsables de la muerte de Iñigo. Y entonces comenzará el juicio.

El paso adelante que ayer dio el proceso se produjo dos meses después del trágico suceso. Ocurrió el Jueves Santo, cuando Iñigo y sus amigos, junto con miles de personas, celebraban en las calles de Bilbao el triunfo del Athletic frente al Schalke 04 en la Europe League. Él y su cuadrilla se divertían en el callejón de María Díaz de Haro cuando, según los testigos presenciales, la Ertzaintza llevó a cabo una brutal carga con pelotas de goma. El objetivo era una multitud hacinada en un lugar sin escapatoria. Iñigo se llevó la peor parte; cayó desplomado y murió el lunes siguiente, cuatro días después.

La versión de la Policía vasca es que respondieron a una agresión previa. Los servicios de emergencia habían recibido una llamada en la que se alertaba de que en ese lugar había al menos un joven herido. Cuando los agentes llegaron para abrir paso a la ambulancia fueron recibidos con una lluvia de objetos, lo que les obligó, según su versión, a utilizar la fuerza. Eso sí, todo parece indicar que los disparos se produjeron a una distancia menor de la recomendada y, evidentemente, no se dirigieron a la parte baja del cuerpo, tal y como marcan los protocolos.