Fundación Affinity y la escuela León XIII realizan terapias caninas con alumnos de 3º de la ESO
Ambar, Haritz, Lilu y Pipa acuden desde hace mes y medio una vez por
semana al colegio barcelonés León XIII en le marco de un programa de
prevención del bullying, «Respétame», promovido por la propia escuela en
colaboración con la Fundación Affinity. Estos cuatro perros, junto a un
par más, protagonizan las sesiones de terapia canina destinadas a
fomentar el respeto entre los estudiantes de 3º de la ESO y reforzar la
inclusión.
Según un informe de «Save de
Children», en España el 9,3% de los estudiantes considera haber sufrido
acoso tradicional y un 6,9% ciberacoso, mientras que 6 de cada 10 niños
reconoce que alguien les ha insultado en los últimos meses, de los
cuales un 22,6% afirma que ha sido de manera frecuente. Ante esta
realidad y tras observar una aumento de las faltas de respeto en el
aula, son numerosas las iniciativas que están llevando a cabo los
centros educativos para combatir esta situación, pero la que desarrolla
la escuela León XII es pionera en toda España, ya que si bien se han
llevado a cabo terapias con animales de compañía en entornos escolares
con anterioridad, éstas nunca se ha producido en horario lectivo.
Así pues, en el León XIII semanalmente
40 estudiantes de entre 14 y 15 años participan durante una hora y en
grupos de 13 o 14 alumnos en sesiones que se concretan en un curso de
adiestramiento basado siempre en métodos positivos. «Trabajamos, siempre
sin presión y sobre la motivación de los animales, factores como la
aceptación de la diferencia, la reconducción de conductas no adecuadas,
la aceptación de la frustración, la autoestima, la empatía, la expresión
de las emociones y el trabajo en equipo», explica Maribel Vila,
responsable de Terapias de la Fundación Affinity y parte del equipo de
trabajo en las sesiones en el colegio León XIII junto a Victoria, Ona y
Paula.
A falta de cuatro semanas para que se
dé por concluido el programa, que se enmarca en la campaña «Animales que
curan» promovida por Affinity, el centro escolar, en el que conviven
estudiantes con realidades muy diferentes, procedentes de diferentes
países, algunos con problemas en el aprendizaje y muchos de ellos
compaginan sus estudios con actividades deportivas, musicales y de danza
que les exigen mucha dedicación fuera de la escuela, se muestra muy
satisfecho con la experiencia. «Durante las terapias, los alumnos más
introvertidos se sueltan, los más movidos están atentos a las sesiones,
los chicos trabajan en grupo», señala Anna Armengol, de manera que la
escuela espera poder repetir la experiencia el curso que viene.
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