Dos agentes piden refuerzos tras ser amenazados con armas blancas y desatarse la bronca SOS Racismo denuncia “la violencia gratuita” empleada por la Policía.
La casa ocupada de la calle Moraza de Donostia fue ayer escenario del
enésimo incidente, esta vez con el arresto de tres de sus moradores que se
vieron involucrados en un episodio violento con la Ertzaintza, personada en el
lugar para realizar una inspección ocular atendiendo al requerimiento de un
vecino.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 9.30 horas. Al parecer, “el
extraño comportamiento” de unos de los jóvenes sin recursos que se encontraba
en la zona levantó las sospechas de un particular.
Atendiendo a la llamada, dos ertzainas entraron en el número 1 de la
calle Moraza, céntrico enclave de la ciudad que bien conoce la Policía autonómica
y la Guardia Municipal debido a las quejas vecinales que se vienen sucediendo
durante el último año.
En el interior de este edificio de cuatro plantas reside una treintena
de jóvenes de variado perfil. A pesar de sus carencias, conviven entre sus
paredes quienes tienen un itinerario de vida y cierta red social junto a otros
inquilinos que son “viejos conocidos” por su historial delictivo.
Los agentes acudieron a la tercera planta, donde uno de los
sospechosos que, al parecer, tendría perturbadas sus facultades mentales, les
recibió blandiendo dos cuchillos, según informaron a este periódico fuentes
policiales.
A esa hora, en la que buena parte de los ocupas dormían, se desató una
bronca que prendió como una cerilla dando lugar a una escalada de violencia en
medio de gritos e insultos, con un segundo individuo que acudió a defender al
hombre que estaba siendo identificado por la Policía. A diferencia de la
versión que circuló durante buena parte del día, no se procedió al desalojo
oficial del resto de inquilinos ya que no se ha dictado ninguna orden judicial
al respecto. Sí se arrestó a las dos personas finalmente identificadas en el
marco de una actuación que exigió pedir refuerzos.
EL DESPLIEGUE DEL KURSAAL La casualidad quiso que contara la zona con
el despliegue de un amplio dispositivo policial debido a la visita a Donostia
del lehendakari, Iñigo Urkullu, que inauguró en el centro Kursaal el Congreso
Internacional de Formación Profesional, organizado por el Departamento de
Educación del Gobierno Vasco.
Dos brigadas móviles acudieron a la llamada para sofocar la contienda.
Entretanto, algunos moradores lanzaron diversos objetos desde las ventanas y el
hueco de las escaleras. Según informó el Departamento vasco de Seguridad, el
tercero de los arrestos se practicó cuando uno de los ocupas intentaba dar
fuego a la planta baja, donde se acumulan todos los desperdicios de este
inmueble.
La Ertzaintza le imputa un delito de estrago, al entender que podía
haber ocasionado un daño de grandes proporciones generando un peligro común
puesto que a esas horas las plantas superiores estaban habitadas.
SOS Racismo denunció “la violencia gratuita” que, a su juicio, ejerció
la Ertzaintza durante la actuación policial, que se saldó con los tres
detenidos y seis agentes contusionados. En un comunicado, señaló que los
ertzainas “no mostraron ninguna orden judicial que autorizara su actuación pese
a habérselo reclamado”.
En opinión de la ONG, “los encontronazos que haya podido haber están
directamente relacionados con la irrupción violenta de la policía”, entendiendo
además que lo ocurrido es “una manifestación evidente de un problema denunciado
desde múltiples ámbitos”, como es la falta de un lugar donde habitar sin tener
que vivir en la calle”, que afecta a un colectivo creciente de personas en
Donostia.
Para SOS Racismo, esta “injustificable actuación policial obvia que la
responsabilidad de esta situación es la falta de recursos puestos en pie por
las instituciones para atender a una urgente necesidad social”.
Denunció asimismo que “se criminaliza lo que es un problema social” y
criticó la “tergiversación habitual por presentar a los agresores como
agredidos, al hablar de seis ertzainas heridos cuando la violencia ejercida por
la policía, presenciada por quienes estaban presentes durante el operativo, ha
sido gratuita e innecesaria”.
SOS Racismo solicitó la libertad de las personas detenidas y reclamó a
las instituciones “que se aborde la situación de las personas que se han visto
en la necesidad de ocupar el edificio abandonado para encontrar fórmulas que
eviten que tengan que dormir en la calle”.
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