viernes, 8 de enero de 2021

Denuncia realizada por Movimiento contra la Intolerancia

                

Fuente: Europa Press

Sostiene que «la libertad de expresión no debe primar a costa de quebrar la dignidad de la persona»

El Tribunal Supremo ha confirmado las condenas a un año de cárcel contra los líderes de las bandas de rock nazi ‘Batallón de Castigo’ y ‘Más que Palabras’ y dos distribuidores musicales por delitos de odio, al considerar que las «expresiones supremacistas de desprecio» vertidas durante una serie de conciertos celebrados en 2010 –que incluyeron gritos de «sieg heil»– no pueden ampararse en la libertad de expresión porque su objetivo era propagar «sentimientos de discriminación».

La Sala de lo Penal ha ratificado, en un fallo del 11 de diciembre, la sentencia dictada en 2018 por la Audiencia Provincial de Barcelona contra Eduardo Clavero y Alberto Gonzalo, líderes de ‘Batallón de Castigo’ y de ‘Más que Palabras’ respectivamente, y contra Eduardo López y Pedro Fernández, responsables de dos empresas que se dedicaban a distribuir el material musical de ambos grupos y a vender ‘merchandising’ obteniendo con ello «pingües beneficios».

Los cuatro fueron condenados como autores de un delito de odio del artículo 510.1 del Código Penal, con una circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, a un año de cárcel con la pena accesoria de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, y al pago de una multa de seis meses con una cuota diaria de diez euros.

El caso parte de una denuncia realizada en octubre de 2010 por el Movimiento contra la Intolerancia ante el Servicio de Delitos de Odio y Discriminación de la Fiscalía Provincial de Barcelona poco antes de un concierto que se celebró el día 30 de ese mes en Sabadell y al que siguieron otros en Málaga y Madrid, actuando ‘Más que Palabras’ como telonero de ‘Batallón de Castigo’.

Según el relato de la Audiencia de Barcelona, que ha acogido el Supremo, se interpretaron «canciones con trasfondo común referidas a la supremacía de la raza blanca y consiguiente discriminación de personas que no pertenecen a dicha raza, con la finalidad de extender el odio y la violencia como consecuencia de la xenofobia y antisionismo que dichas canciones implican, provocando y propagando dichos sentimientos entre los asistentes a los conciertos».

En los temas que sonaron hay frases como «soy un nazi» y «soy un nacional socialista» y se dice que «con los rojos y judíos no habrá piedad, sus mentiras y conflictos iban a pagar», hablando directamente de «ejecutar» y llamando a una «guerra civil ya». «Putos demócratas de mierda, no nos vamos a detener. Os declaramos la guerra, vuestros cuerpos penderán de árboles y farolas, vuestros hijos morirán antes de que puedan nacer, en los campos os pudriréis», reza una de las canciones interpretadas.

Además, en el concierto de Sabadell, al que asistieron unas 200 personas con «estética ‘skinhead'» y «exhibiendo simbología propia del régimen nacional socialista, como esvásticas y cruces gamadas», cada una de las canciones acabó al grito de «sieg heil» por parte del público, así como de «Josué libertad», en alusión a Josué Estebanez, condenado en 2009 por el asesinato de Carlos Palomino en Madrid por razones ideológicas.

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