Esteban Ibarra es un referente de la movilización solidaria y pacifista frente a las manifestaciones de intolerancia en España. Es presidente de Movimiento contra la Intolerancia, forma parte del Observatorio de Madrid contra el Racismo y la Intolerancia y ha promovido las iniciativas Red Cívica contra el Antisemitismo y Plataforma contra la Islamofobia.
¿Qué significa para usted la publicación de “La Europa siniestra”?
Este libro viene a aportar una visión muy integral de lo que está pasando en este momento en Europa. Tiene una significación especial porque nace en un contexto muy difícil. Está escrito un poco antes de las elecciones europeas, hay quien me dice que si tenía una especie de bola de cristal, porque anunciaba lo que iba a suceder y luego el libro se quedó incluso corto con los resultados que se anticipaban.
El libro es un vademécum de las distintas manifestaciones y formas de intolerancia. Es un libro práctico, viene a trasladar cómo operar ante delitos de odio en el ámbito político y jurídico. Yo creo que de todos los libros que he escrito este es el libro más de lucha. Si tuviera que recomendar alguno, sin duda sería este.
Habla en el libro del hecho de que los actos xenófobos suelen ser rápidamente olvidados, reduciéndose a una noticia pasajera en los informativos. ¿Por qué ocurre esto? ¿Somos intolerantes por naturaleza?
Lo que sucede es que vivimos en un doble escenario. Por un lado, somos egoístas. Vivimos nuestro yo de una manera a veces muy poco empática con los demás. Luego, por otra parte estamos en una dinámica de desinformación espectacular, donde una noticia tapa otra y aquella que está dotada de mayor espectacularidad puede hacer olvidar noticias importantes. Esto es como un exceso informativo que no deja fijar nuestra atención en informaciones que son muy relevantes para nuestro presente y nuestro futuro. Esto es lo que hace que el olvido, que es uno de los elementos fundamentales del crecimiento de la intolerancia, esté tan enraizado en toda la sociedad.
Los medios de comunicación solo prestan atención en este ámbito cuando hay una noticia espectacular, es decir, un asesinato. Sólo se le concede importancia cuando el caso sucede, o se está realizando el juicio. Una vez pasado esto, cuando la víctima ha pasado a mejor vida, se pierde todo el interés informativo. En mi opinión, los medios de comunicación no están cumpliendo. En primer lugar, tienen un déficit en este ámbito muy marcado y deontológicamente dejan mucho que desear en la forma de comentar las cosas; pedagógicamente se cometen unos errores muy graves… Tal vez, dentro de unos años echemos la vista atrás, y les señalemos como corresponsables del deterioro de la situación.
Se está dando un crecimiento alarmante de los grupos ultranacionalistas en Europa. ¿Cuál es el caldo de cultivo para que esto se esté produciendo? ¿Cuáles son los principales pilares sobre los que se están asentando las nuevas expresiones xenófobas e intolerantes en Europa?
Yo creo que la xenofobia viene alimentada por una situación en principio de un contexto de crisis económica, de corrupción de los partidos políticos y descredito del sistema democrático; de una concepción cultural e ideológica de la identidad vivida de una forma muy excluyente por una serie de factores que no son neutralizados desde una educación en valores democráticos que impida ese crecimiento. Y luego hay un añadido, que es la existencia de las organizaciones, que además se mueven perfectamente en una pista libre y deslizante como son las redes sociales e internet. Esto no existía en los años 90, lo tenemos ahora. Ellos lo saben, lo dicen, lo proclaman, y en ese sentido no hay un antídoto para frenar su conocimiento en el ámbito de internet.
También afirma que nos encontramos ante la mundialización del odio. Explíquenos un poco más sobre este concepto.
A mí me gusta mucho este concepto. Quizá es mi preferido porque creo que el problema principal de la intolerancia es que finalmente se expande por todo el planeta. Vivimos un todos contra todos, quizás producto del modelo neoliberal que impera de la gestión planetaria, y para que las gentes estén siempre en conflicto y contradicción hay que alimentar el odio. El odio es, en definitiva, la aversión, el rechazo, que acaba negando el valor del otro, el diferente, acaba negando ponerte en la piel del otro, la alteridad. Pero es que, además, el odio aporta un plus que es una radicalización agresiva que se convierte en un arma para quien lo maneja. Tenemos un maestro del odio histórico que fue Hitler, que impulsó e inoculó el odio en un país como Alemania y consiguió hacer de su proyecto un proyecto peligroso y genocida para con muchas personas. Detrás de todo ello se encontraba el odio.
La presentación de “La Europa siniestra” tendrá lugar el próximo miércoles 5 de noviembre a las 19 horas en la Casa del Libro situada en la calle Fuencarral, 119. María Garzón, directora general de FIBGAR, será la encargada de dar la bienvenida a los asistentes. El evento contará con la presencia de Esteban Ibarra, autor del libro; y Valentín González, presidente de la Red Europea contra los Crímenes de Odio, el cual participó en el libro a través de su artículo “Europa en su laberinto”.
Puedes hacerte con tu ejemplar de “La Europa siniestra” a través del siguiente enlace:
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