El
Ayuntamiento de Bilbao ha celebrado una concentración "en recuerdo y
homenaje" a Iñigo Cabacas al cumplirse tres meses de la muerte del
seguidor rojiblanco. El acto, diez minutos de silencio en las escalinatas del
Consistorio, ha quedado marcado por la división del Consistorio, en concreto,
por la posición de Bildu, que se ha desmarcado del resto al insistir en la falta
de claridad del proceso y en la ausencia de responsabilidades políticas en los
responsables de Interior. Iñigo Cabacas Lizeranzu, de 28 años de edad, falleció
el pasado 9 abril como consecuencia del impacto de una pelota de goma disparada
por la Ertzaintza, tres días antes, durante los incidente posteriores al
encuentro disputado en Bilbao entre el Athletic y el Schalke 04.
La
discrepancias sobre el caso vienen de lejos. El pasado 12 de abril, tan solo
una semana después del suceso, la Junta de Portavoces no llegó a un acuerdo.
PNV, PP y PSE lamentaron la muerte de Iñigo Cabacas "durante los
incidentes que se produjeron en Pozas el 5 de abril", mostraron su
"dolor y solidaridad" a la familia y amigos, y solicitan al
Departamento de Interior, la Ertzaintza y la Administración de Justicia
"esclarecer plenamente los hechos y adoptar las medidas oportunas".
Pero no hicieron referencia a la pelota de goma que causó la muerte del joven
ni exigieron "depurar responsabilidades al máximo nivel", criticó la
concejala de Bildu Helena Gartzia.
La coalición
abertzale se desmarcó de una iniciativa que en su opinión "no recogía lo
realmente sucedido", defendiendo un texto alternativo en el que pedía a la
Ertzaintza "dejar de utilizar de inmediato las pelotas de goma". Además,
pedían al Consistorio personarse como acusación popular "para que sobre la
persona agresora cayera todo el peso de la ley". Este desmarque se plasmó
un día después de la citada Junta de Portavoces, el 13 de abril, con una
concentración de cinco minutos en las escalinatas del Ayuntamiento. "Estoy
hoy aquí porque me ha sentado bastante mal todo lo ocurrido", explicó uno
de los presentes. "Sobre todo por las mentiras. Al final, todo acaba
saliendo a la luz". "Parece que para PNV, PP y PSOE hay ciudadanos de
primera y de segunda dependiendo de quien provoque la muerte violenta. Parece
que este hecho se tiene o no se tiene en cuenta a la hora de organizar
manifestaciones de repulsa", zanjó Helena Gartzia.
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