La colonia de musulmanes en Euskadi, compuesta por más
de 30.000 personas, de las cuales 15.000 residen en Bizkaia, comienza hoy la
celebración del Ramadán, uno de los cinco mandamientos del islam, que consiste
en ayunar durante treinta días, sin probar siquiera un sorbo de agua desde el
alba hasta el ocaso. Todos los musulmanes están obligados a cumplirlo. Solo
están exentos del ayuno los niños, los enfermos y las mujeres embarazadas.
Cada año varía la fecha del Ramadán, pero siempre se
celebra en el noveno mes lunar y el día del inicio tiene que coincidir con el
comienzo del ciclo lunar. Hasta ayer no supieron que hoy comenzaba el mes del
ayuno. “Nos lo comunican siempre el día anterior al comienzo”, dice Mohamed,
marroquí de 38 años. Y añade que esta madrugada, todos los musulmanes que van a
iniciar el Ramadán, han desayunado antes de las 5 de la madrugada y desde esa
hora no ingerirán ni agua hasta, aproximadamente las 21.45 horas. El primer día
de ayuno es el más largo; a partir del segundo, hasta el último, al ritmo que
se van acortando los días, se van acortando también las horas de ayuno.
Preparar el cuerpo “El Ramadán es un mes de ayuno al
año para preparar el cuerpo”, comenta Abdelkrim, un marroquí de Casablanca,
afincado desde hace años en Bilbao. Ensalza la importancia del ayuno para la
salud y argumenta su alegoría con que “el estómago descansa y es un período de
reflexión para sentir el sufrimiento de otras personas que no tienen qué comer,
apenas tienen agua y tienen que recorrer diariamente varios kilómetros para
buscarla…”.
Aparte de hacer el Ramadán, el Islam
tiene otros mandamientos: rezar cinco veces al día, creer en Dios y en el
profeta Mahoma como enviado de Ala, atender a los pobres y acudir a La Meca al
menos una vez en su vida (el que pueda por salud o por dinero). La visita a la
Meca coincide con la fiesta del cordero, que se celebra a los 60 días contados a
partir de cuando finaliza el Ramadán. Apuntan estos marroquíes que no tiene por
qué ser una sola vez en la vida, “si tienes dinero y salud puedes repetir el
viaje a la Meca”.
Actualmente hay
en Bilbao tres mezquitas, dos en Santutxu y la de Las Cortes, que se cerrará en
el momento en que se trasladen a la nueva.
Estas personas, que llevan años haciendo el Ramadán,
coinciden en señalar que a pesar de no ingerir alimento alguno, ni agua,
durante las horas del sol, no se adelgaza. “Hay quien sube de peso”, dicen, porque
por la noche algunos hacen unas cenas muy copiosas y recuperan lo que hayan
podido perder durante el día.
Unos días antes y unos días después de el Ramadán,
acostumbran a comer con cuidado, sin ingerir grandes cantidades para no dañar
el estómago, porque como dice Mohamed, “sales de un mes que has comido en horas
diferentes a lo que haces habitualmente”.
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