Según el estudio elaborado por Ikuspegi y Cultumetría, las personas de origen extranjero aportaron en 2018 a la economía vasca en términos de consumo 810 millones de euros más de lo que recibieron de la administración pública
Según un estudio elaborado por Ikuspegi-Observatorio Vasco de Inmigración en colaboración Cultumetría, consultora especializada en la medición de impacto y análisis sociales, el dinero dedicado por las administraciones públicas (714.912.000€) es inferior a la aportación económica que hace la población inmigrante a la economía vasca (1.525.292.820€). Esto es, que el dinamismo económico que generó el consumo de la población extranjera en 2018 tuvo un impacto positivo de 810 millones de euros; esto el 2,06% del PIB.
El informe corrige así la falsa creencia de que la población inmigrante recibe más de lo que aporta a la economía vasca. «Responder a esta pregunta era, precisamente, el principal objetivo del estudio, que es una continuación del realizado también por Ikuspegi en 2016, donde se midió la aportación fiscal de la inmigración en el periodo de crisis económica», han explicado Arkaitz Fullaondo, investigador principal del estudio y miembro de Ikuspegi y Álvaro Fierro, responsable de proyectos e investigación en Cultumetria durante la presentación del estudio, acompañados de Lide Amilibia, viceconsejera de Políticas Sociales del Gobierno Vasco y Simón Peña, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UPV/EHU.
El estudio 'La aportación de las personas de origen extranjero en la CAE a través del PIB. Una aproximación desde el lado del gasto', ha analizado la relación entre gasto y aportación económica al PIB que hizo la población inmigrante en 2018, es decir, en un periodo previo a la crisis del COVID-19. «Puede que queden desfasados en el contexto actual y hoy sería muy diferentes pero hemos considerado importante presentar este trabajo porque viene a remarcar que en periodo de bonanza económica la aportación de la población extranjera a la economía vasca es superior a lo que recibe, al igual que en periodo de crisis económica tal y como ya analizamos, por lo tanto es un trabajo que pone en manos de la sociedad para trabajar diferentes rumores o bulos que puede haber sobre este tema», ha destacado Álvaro Fierro.
La viceconsejera de Políticas Sociales, Lide Amilibia, ha puesto de relieve que los datos ofrecidos por este nuevo informe realizado por Ikuspegi rompen los estereotipos y rumores sobre una población inmigrante subsidiada y dependiente de la ayuda pública. «La población vasca de origen extranjero aporta en nuestra comunidad autónoma casi el doble de lo que recibe del erario público, superando su contribución a la riqueza más del 2% del PIB. Estas cifras rompen los estereotipos sobre un colectivo ni subsidiado ni dependiente del erario público», ha señalado Amilibia.
Por su parte, Arkaitz Fullaondo ha asegurado que «hemos abordado la investigación desde un punto de vista sensiblemente conservador, para lo que hemos trabajado solo con datos oficiales de gasto de las administraciones públicas y hemos evitado otros datos que pudieran ser cuestionados por su fiabilidad, como el análisis de la economía sumergida».
Prestaciones sociales, sanidad, vivienda y educación
Para realizar el estudio, el Observatorio Vasco de Inmigración y Cultumetría han analizado la información facilitada por los organismos oficiales relacionados con el gasto social público: departamentos de Vivienda, Educación y Salud del Gobierno vasco; así como por parte de Lanbide.
Así, en el caso de la vivienda, se ha fijado en las cifras ofrecidas por las áreas del departamento de Vivienda del Gobierno vasco (Alokabide, Visesa y Etxebide y el Observatorio Vasco de la Vivienda). En este sentido, Fullaondo ha explicado que «la gran mayoría de personas de origen extranjero vive de alquiler y prorrateando el gasto que realiza este departamento en este colectivo asciende a más de 32 millones de euros».
Quizá el dato más sensible sea el relativo a las prestaciones sociales destinadas a la población de origen extranjero. Una cifra que ha sido obtenida tanto de la parte proporcional de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) en la CAPV destinada a este colectivo, como de las Prestaciones Complementarias de Vivienda y el acceso a los Servicios Sociales, y asciende a más de 300 millones de euros, «la partida es la partida donde más inversión se genera en este colectivo por parte de la administración pública vasca».
Por otro lado, el estudio analiza la información facilitada por el departamento de Educación del Gobierno Vasco sobre matriculación del alumnado extranjero en los centros de educación no universitaria, tanto públicos, como privados y la inversión que ello supone. El importe asciende a más de 224 millones de euros.
Otro de los aspectos observados ha sido el gasto que supone la atención sanitaria a la población inmigrante, el cual se ha obtenido a partir de la estimación de gasto sanitario en la CAPV distribuida por grupos de edades y que publica el departamento de Salud del Gobierno Vasco. En este sentido, la cifra alcanza los más de 157 millones de euros.
En contraposición, el estudio ha analizado la aportación que la población de origen extranjero realiza a la economía, datos que ha obtenido a partir de la Encuesta del Gasto Familiar de Euskadi, que realiza el EUSTAT, así como de la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales de 2018. «Realizando el prorrateo, el dinamismo económico que generó el consumo de la población extranjera en 2018 tuvo un impacto positivo de 810 millones de euros; esto el 2,06% del PIB», ha señalado Fullaondo, a la vez que ha aclarado que »como el PIB comprende consumo más inversión, que el dato sea más alto no significa que su aportación sea mayor sino también que el gasto también es importante«.
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