Los servicios municipales detectan más casos relacionados con problemas económicos y psicológicos, mientras que las llamadas al 016 suben un 18% durante el confinamiento
Las llamadas al 016 han subido un 18 por ciento. - Foto: Jonathan Tajes |
La crisis sanitaria ha situado en una situación muy delicada a las víctimas de violencia de género. Desde las que se ven obligadas a compartir confinamiento durante muchas horas con sus agresores a las que se han visto afectadas por los recortes de empleo y, por ende, han empeorado una situación económica que suele ser, en la mayoría de los casos, precaria.
A este segundo grupo es el que más está atendiendo el servicio municipal que ayuda a estas mujeres. Allí no se suelen recibir llamadas de denuncias de agresiones, más enfocadas al 016, sino otras que requieren intervenciones de carácter psicosocial.
«Sobre todo estamos recibiendo llamadas de mujeres que ya no viven con su agresor, pero que tienen problemas económicos o necesitan denunciar y piden asesoramiento», señala la responsable de intervención en este servicio, Carmen Heras. Según ella, durante estos días se están realizando «intervenciones psicológicas e incluso psicosociales de urgencia».
La dependencia económica de las víctimas respecto a su agresor es para muchas de estas mujeres un lastre al que tienen que enfrentarse antes de dar el paso de romper la relación. Una vez que lo hacen, su situación económica no suele ser muy desahogada y por eso ahora, con el aluvión de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, muchas de ellas han pasado a estar en una situación más delicada todavía.
Los servicios municipales también asesoran a las víctimas cuando deciden dar el paso de irse de la casa en la que conviven con su agresor. De hecho, desde que empezó el confinamiento se han registrado siete nuevos casos de ingresos en casas de acogida y emergencia. Uno de ellos ha sido en el centro de emergencia de Valladolid, donde actualmente hay 15 camas ocupadas y una cuna, frente a las 19 camas y seis cunas libres, según los datos facilitados por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades. En las otras dos casas de acogida no se ha producido ningún ingreso desde el 14 de marzo y permanecen ocupadas cinco camas y tres cunas (dos camas y dos cunas disponibles). Es decir, el nivel de ocupación es muy similar al de años anteriores.
Capítulo aparte merecen las víctimas que comparten con sus agresores el confinamiento. Las llamadas al teléfono 016 en el ámbito nacional crecieron un 18 por ciento durante las dos primeras semanas del estado de alarma, aunque no siempre es fácil para ellas dar este paso, dado que la proximidad con el agresor refuerza el control al que suelen estar sometidas, tal y como explican desde la Asociación de Asistencia de Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos (Adavasymt). «Son mujeres que tienen dificultad para pedir ayuda, aunque estemos habilitando todos los medios telemáticos, y por eso nos tememos que cuando esto pase se produzca un efecto rebote», aseguran desde la asociación.
Algunos de los casos que llegan a esta asociación lo hacen derivados de trabajadores sociales de centros de salud. Otros, con llamadas directas de las víctimas. Adavasymt busca prestar un servicio integral a las mujeres que pasan por esta situación, con seguimiento de cada caso y con asistencia psicológica y legal, entre otras cosas.
Teléfono 016
El teléfono 016 de asistencia a víctimas de violencia de género que presta el Ministerio de Igualdad da servicio a las víctimas las 24 horas de los 365 días del año. Es gratuito, no deja huella en la factura y ofrece información sobre qué hacer en caso de maltrato. El Gobierno también ha habilitado dos números para contactar por Whatsapp: 682916136 y 682508507.
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